La cronicidad liquidará nuestra sanidad pública
Nuestra sociedad valora a la profesión médica. Están en las películas norteamericanas, en esos grandes hospitales, con habitaciones individuales plenas de lujo y confort, cables, goteros, aparatos monitores etc. Llevan esas americanas casi de etiqueta, con el fonendo en un bolsillo y montones de bolígrafos. Aparecen en esos quirófanos que parecen extraídos del futuro, todo robótico y complicado. En nuestro país, las habitaciones son dobles, los hospitales no son tan lujosos, pero casi, casi llegan a asomarse a esa sensación de complicación, dificultad y precisión. Son los valedores de nuestra salud, los que nos salvarán cuando la situación se ponga fea. La prensa regional está permanentemente atenta a la situación en los pasillos de nuestros hospitales, en los boxes de urgencias y en las listas de espera de consulta. Rápidamente son noticia las camas en los pasillos o la atención desbordada en días de colapso. Todos nos movilizamos para pedir más recursos, más medios