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Mostrando las entradas etiquetadas como divulgación científica

¿Dieta cetósica a deportistas? ¿Hay argumentos fisiológicos?

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Recuerdo en una de las clases en la Facultad de Medicina de Estrasburgo, cuando estudiaba la especialidad de medicina del deporte (hace cuarenta años, nada menos), un profesor dio una clase de fisiología del ejercicio espectacular para el momento. Utilizaba las leyes de la termodinámica para explicar el éxito del atleta de élite en media distancia. Comentaba, de forma muy novedosa, que el procesamiento energético de la mitocondria en las células musculares, era muy eficiente (aumentaba menos la entropía que en los menos afortunados genéticamente).  Aquello se me quedó grabado durante mucho tiempo, y lo he ido relacionando con diversos estudios posteriores sobre la producción de especies reactivas de oxígeno y producción de antioxidantes endógenos, sobre todo a raíz de nuestros estudios en la universidad, con el ácido graso omega3 docosahexaenoico (DHA), ya que su acción en los deportistas a los que se los suministrábamos, parecía mejorar la eficiencia en el umbral anaeróbico

La medicina actual está en crisis

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Estamos inmersos en un cambio profundo en la forma de enfrentar la enfermedad, tanto por los médicos, como por los propios pacientes. Hasta ahora, se diagnosticaba e inmediatamente se aplicaba el tratamiento prescrito con una mezcla de experiencia propia y adquirida en la Facultad, llegando al paciente exclusivamente la explicación simple de su proceso y el tratamiento aplicado y, dejando como marginales, las medidas complementarias (hacer más ejercicio, llevar una dieta más saludable, dejar de ingerir alcohol y tabaco etc). Posteriormente, la prescripción se ajustó a las guías y consensos establecidos por los grupos de expertos y asumidos como práctica fundamental por el resto de los médicos. El objetivo era diagnosticar de forma precisa para poder aplicar el tratamiento que las guías terapéuticas establecían. En ese contexto, el resto de medidas complementarias se dejaba en manos de la enfermería o, sencillamente, no se comentaban dada su “supuesta” menor incidencia en el

Buscar en Internet, sí, pero con sentido crítico

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Estamos en una sociedad de la simplificación. El aumento de información debido a la mayor investigación, por un lado, y a la enorme difusión de las redes sociales e internet, por otro, nos lleva a una paradójica desinformación que, desafortunadamente, se camufla de “conocimiento”. En el siglo pasado era frecuente que, al mantener una conversación, se considerara petulante y arrogante, emplear términos o conceptos que se atribuían a especialistas o “intelectuales”. En este momento, es habitual que en foros especializados (no digo ya en foros de coches o similares), aparezcan respuestas como la que copio, obtenida en este momento, de un foro de historia de España Jarto de que los pseudo historiadores de wikipedia, se arropen en un honoris causa wikipedio, para comentar. Todos los reyes leoneses, castellanos y hasta navarros tenian como orgullo considerarse descendientes de los godos hasta alfonso decimo el sabio………. si se sabe que era seguidor de rodrigo, de echo, listillo, rodr

Contrastar la fuente, esa es la clave de una buena información

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Internet es nuestra fuente de conocimiento, pero también una enorme distribución de bulos y desinformación. Para científicos, profesores, profesionales y entendidos, la divulgación científica es cada vez más accesible (solo en biomedicina se ha multiplicado por 16 entre el año 2000 (7.400 artículos) y 2011 (120.900 artículos) el número de artículos abiertos, es decir, gratuitos, a revistas científicas). Sin embargo, el gran público se ve bombardeado por las pseudociencias, los mitos, las medicinas alternativas y los bulos. Es fácil caer en los extremos, pongamos algunos ejemplos: -           Se critica la eficacia de algunas vacunas después del fiasco de la gestión de la pandemia de gripe A por la OMS. En el ámbito científico no hay duda sobre la inmensa mayoría de las vacunas y simplemente se cuestiona la calidad y criterios de empleo de algunas de ellas -           Se crean grupos antivacunas cuya desinformación (el autismo se relaciona con vacunas en niños, por