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Mostrando entradas de junio, 2011

Hablemos con cifras en la mano...

Muchas veces he comentado que la fruta que comíamos en árboles, zarzas, vides etc salvajes en nuestra época de cazadores recolectores, se parecía poco a la fruta actual, enormemente modificada por la agricultura (mediante selección controlada, muchas veces con criterios poco saludables, aunque obligados por el consumidor, como la ausencia de pepita, de piel rugosa etc etc). Actualmente no podemos acceder a la fruta salvaje, pero podemos consumir fruta entera (piel y pepitas), frente a fruta pelada, zumos etc.

Hablemos ahora de la "fatiga central"

A menudo nos comparamos con otros animales pensando que somos pésimos en el esfuerzo físico. Pensamos que lo que poseemos, por encima de todo, es un cerebro capaz de ponernos en el punto más alto de los depredadores. Es verdad que somos menos veloces que un hipopótamo y que apenas seríamos capaces de sobrevivir un día en una selva tropical. Sin embargo, cuando vemos a las tribus de cazadores recolectores que aún quedan, podemos observar lo bien adaptados que están a sus entornos. En este sentido, una de las capacidades que nos hacen sobresalir es la de realizar un esfuerzo sostenido en condiciones de calor y humedad. Pocos animales cazan de día en el entorno de intenso calor de la sabana africana y, entre esos pocos, nuestra especie destaca ampliamente. ¿Por qué? Por nuestra capacidad de mantener esfuerzos de larga duración termorregulando gracias a la evaporación del sudor, una extraordinaria adaptación de nuestra especie al fuerte calor de África, en donde evolucionamos dentro del g

Los famosos aminoácidos ramificados….

Durante el esfuerzo físico disminuye la insulinemia (cantidad de insulina en sangre); y el músculo, al tiempo de hacerse más permeable a la glucosa, incrementa la expresión de las enzimas necesarias para la síntesis proteica de manera que mejore el anabolismo posterior al catabolismo durante el ejercicio físico intenso. Estamos preparados para realizar un esfuerzo físico en ayunas e incluso lo estamos para no ingerir alimento en días. La caza nos imponía esas condiciones (los animales no estaban en el frigorífico a expensas de abrirlo cada mañana para desayunar). No ocurre nada si realizamos ejercicio en el gimnasio con apenas un desayuno típico nuestro (café y tostadas) y con una espera de horas hasta la comida de mediodía. Estamos preparados para ello. Sin embargo, no nos conformamos con la adaptación al ejercicio después de una hora de esfuerzo en el gimnasio y queremos llegar a la máxima hipertrofia muscular. Los conocimientos actuales nos permiten saber el tipo de ali

Hablemos nosotros también de la E. coli alemana...

Aunque, en principio, no parece un tema que deba ser tratado en este blog, en donde no somos especialistas en microbiología, existe una implicación, a corto plazo, de la epidemia de infectados por E. coli patógena en Alemania, que nos hace que debamos implicarnos en el debate.

Seguimos con el yogur y la inmunidad....

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Tabla 1. Criterios de selección para microorganismos probióticos (yogures). 1.- Criterio de Origen Cepas aisladas de humanos se utilizan en humanos y las aisladas de animales se utilizan en la especie de la que se aislaron 2.- Resistencia al Tránsito Intestinal Deben sobrevivir a las condiciones del tracto digestivo 3.- GRAS Deben ser generalmente reconocidas como seguras 4.- Adhesión a la Mucosa Intestinal Pre-requisito para colonizar el tracto Intestinal y ejercer los efectos benéficos 5.- Identificación Bioquímica Deben estar plenamente identificados fenotípicamente hasta especie 6.- Estimulación del Sistema Inmunológico Deben ser capaces de estimular el sistema inmune 7.- No ser Oportunista Aún en estado de inmunosupresión del huésped, no deben causar enfermedad 8.- Antagonismo contra Patógenos Debe poseer efectos probados contra patógenos del tracto intestinal 9.- Soportar

El uso inapropiado del lenguaje….

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Estamos en plena batalla lingüística entre las autoridades encargadas de los llamados “claims” o alegaciones de salud de los alimentos funcionales y las empresas que han estudiado un nicho de mercado apetecible en estos alimentos y han invertido mucho dinero e investigación en demostrar sus propiedades. Una alegación de salud es, por ejemplo, decir que un yogur aumenta las defensas naturales frente a infecciones. Evidentemente, todos suponemos que si alguien dice algo así es porque lo puede demostrar científicamente. Pues bien, el problema es que no se ha conseguido demostrar este efecto. Frente a esta situación, las grandes empresas que han promocionado productos probióticos como los yogures con determinadas bacterias, han decidido recurrir a la manipulación del lenguaje y ahora dicen que “ayuda a mejorar tus defensas”, es decir, no aumentan las defensas, sino que ayudan a mejorarlas, frase que les permite eludir la imposibilidad de enunciar la primera al no haber podido demostrarlo